Con el final de la Eurocopa Femenina, el ámbito deportivo está presenciando un cambio científico que hace poco era inimaginable. Mientras las futbolistas compiten en la cancha, una investigación complementaria está iluminando cómo las mujeres, en especial, vivencian y reaccionan ante el deporte. Desde el efecto de los senos en el desempeño hasta cómo el ciclo menstrual afecta el rendimiento atlético, los especialistas están cuestionando las percepciones antiguas y fomentando nuevos diálogos sobre el bienestar de las atletas. Esta perspectiva, que trasciende la fisiología general masculina, pretende optimizar el rendimiento de las deportistas, al mismo tiempo que considera las particularidades biológicas que inciden en su salud.
El estudio de la biomecánica mamaria y cómo afecta al rendimiento en el deporte
Un descubrimiento significativo en este reciente estudio es la evaluación del efecto que los senos tienen en el desempeño de las atletas. La profesora Joanna Wakefield-Scurr, de la Universidad de Portsmouth, conocida como «la profesora del brasier», ha pasado años analizando cómo el vaivén de los senos influye en el cuerpo durante la práctica deportiva. Su investigación ofrece datos impresionantes: en un partido de fútbol, los senos pueden oscilar hasta 11.000 veces. Este movimiento, que generalmente llega a los 8 cm, produce una fuerza de hasta 5G, similar a lo que experimenta un piloto de Fórmula 1.
El rebote de los senos no solo es incómodo, sino que altera la biomecánica del cuerpo. Como explica Wakefield-Scurr, el movimiento de los senos puede cambiar la forma en que el torso se mueve, lo que afecta la zancada y, por lo tanto, el rendimiento. Si el soporte no es adecuado, se puede perder hasta cuatro centímetros en cada zancada, lo que en un maratón podría sumar una milla extra de distancia. Por esta razón, los brasieres deportivos no son solo una cuestión de comodidad, sino una herramienta crucial para el rendimiento de las atletas. Además, protegen la delicada estructura interna del seno, evitando daños a largo plazo.
El ciclo menstrual: un elemento crucial en el desempeño deportivo
El ciclo menstrual es un elemento biológico que impacta directamente en el desempeño de las atletas, aunque durante mucho tiempo ha sido un asunto poco tratado en el deporte profesional. La corredora olímpica Calli Hauger-Thackery aborda con sinceridad las dificultades que experimenta al competir mientras atraviesa su período. «Siento cansancio, pesadez en las piernas, todo resulta más difícil de lo usual», comenta. Aunque algunos consideran que estos síntomas son simplemente una pequeña molestia, para las deportistas, la inquietud sobre su rendimiento durante el ciclo menstrual es un tema persistente.
La influencia de las fluctuaciones hormonales, en especial el estrógeno y la progesterona, puede afectar la energía, el estado de ánimo, el sueño y la percepción del esfuerzo físico. La profesora Kirsty Elliott-Sale, especialista en endocrinología femenina, señala que aunque no hay una fase del ciclo en la que las mujeres sean inherentemente más fuertes o débiles, los cambios hormonales pueden influir en la biomecánica del cuerpo. Estos efectos son complejos y varían según cada persona, lo que hace que sea un desafío predecir cómo afectará el ciclo menstrual a cada atleta.
La falta de sueño, la fatiga y los calambres son algunos de los síntomas más comunes que pueden afectar el rendimiento. Además, la ansiedad relacionada con la menstruación puede influir negativamente en la mentalidad de las deportistas. Algunos estudios revelan que las mujeres, en algunos casos, se sienten tan incómodas que recurren a soluciones extremas, como usar múltiples capas de ropa interior para evitar el riesgo de mancharse durante las competiciones importantes.
Lesiones frecuentes en mujeres atletas: el caso del ligamento cruzado anterior (LCA)
Un aspecto vital que ha cobrado importancia en el ámbito del deporte femenino es el incremento del riesgo de determinadas lesiones, especialmente aquellas que implican al ligamento cruzado anterior (LCA) de la rodilla. En comparación con los hombres, las mujeres presentan entre tres y ocho veces más probabilidades de experimentar este tipo de lesiones, dependiendo del deporte. El Dr. Thomas Dos’Santos, especialista en biomecánica deportiva, señala que esta diferencia podría ser resultado de variaciones anatómicas, como el mayor ángulo en las caderas de las mujeres, incrementando así la presión sobre la rodilla.
Si bien las mujeres presentan una mayor probabilidad de experimentar lesiones en el LCA, otra causa relevante es la falta de entrenamiento de fuerza adecuado. Generalmente, las atletas no reciben el mismo tipo de preparación que los hombres para fortalecer los músculos de sus piernas y aumentar la estabilidad en las rodillas. Asimismo, el Dr. Dos’Santos indica que las variaciones hormonales, especialmente los niveles elevados de estrógeno previos a la ovulación, pueden hacer que los ligamentos se tornen más flexibles, incrementando el riesgo de lesiones.
La transformación en la visión del deporte femenino
La situación actual en el deporte femenino está experimentando un cambio radical. Con el avance de los estudios sobre los efectos biológicos específicos del cuerpo femenino en la práctica deportiva, se otorga a las mujeres un trato más personalizado que responde a sus necesidades. Katy Daley-McLean, antigua líder del equipo de rugby, rememora cómo anteriormente las deportistas eran consideradas como «hombres pequeños», evidenciando la falta de consideración hacia las diferencias biológicas entre géneros dentro del ámbito deportivo.
Hoy en día, las mujeres ya no se sienten como intrusas en el ámbito deportivo, lo que está fomentando una mayor participación y mejorando el rendimiento. Las atletas ahora pueden hablar abiertamente sobre sus necesidades, como la menstruación y la importancia de un brasier deportivo adecuado, lo que no solo mejora su bienestar, sino también su rendimiento. Al incorporar estos elementos en la preparación y el entrenamiento, las deportistas pueden superar desafíos biológicos que antes se ignoraban.
Un enfoque más inclusivo para las atletas femeninas
Una comprensión detallada de los elementos biológicos que influyen en las mujeres es crucial para optimizar su desempeño y bienestar en el ámbito deportivo. Desde cómo la biomecánica del busto influencia el movimiento, hasta cómo los ciclos menstruales y la tendencia a sufrir lesiones juegan un papel importante, las deportistas femeninas necesitan un enfoque personalizado que atienda sus necesidades particulares. Esta nueva manera de ver las cosas es vital no solo para las atletas profesionales, sino que también puede motivar la implicación en actividades deportivas desde la juventud y elevar la calidad de vida de las mujeres en general.