El ámbito global está experimentando una metamorfosis silenciosa y significativa: el modo en que cultivamos nuestros alimentos está evolucionando. La producción agrícola y ganadera ya no se evalúa solo por su eficiencia y beneficios; actualmente, la sustentabilidad ha pasado a ser un elemento crucial para asegurar la competitividad y la garantía alimentaria para las futuras generaciones.
Tendencias que marcarán el futuro
El porvenir del ámbito agropecuario en Panamá y Centroamérica dependerá de tres principales tendencias: la sostenibilidad ecológica, el avance tecnológico y la mayor conciencia del consumidor.
“El campo ya no puede seguir funcionando como en el pasado. El productor que adopte prácticas sostenibles tendrá ventajas claras en mercados que valoran la trazabilidad, el bajo impacto ambiental y el respeto al bienestar animal”, afirma Juan José Zonta.
La incorporación de la tecnología digital, la biotecnología y las energías renovables en el sector agrícola generará nuevas posibilidades para mejorar los procesos, disminuir los desechos y fortalecer la capacidad de adaptación al cambio climático.
Agricultura y ganadería regenerativas
La siguiente década representará una transformación significativa: la transición de sistemas extractivos a sistemas regenerativos, en la que la producción no solo mantenga, sino que también mejore los ecosistemas. En este escenario, la agricultura orgánica y la ganadería sustentable serán prácticas habituales, en lugar de ser consideradas excepciones.
“Imagino un futuro en el que el productor panameño y centroamericano sea reconocido por su capacidad de regenerar la tierra, no de agotarla. Ese será nuestro mayor valor añadido como región”, sostiene Juan José Zonta.
Impactos sociales y económicos
La sostenibilidad es más que una idea relacionada con el medio ambiente. También ofrece una oportunidad para luchar contra la pobreza en áreas rurales, atraer a la juventud hacia el sector agrícola y crear cadenas de valor más equitativas. Los mercados internacionales buscan productos únicos, y Centroamérica posee la capacidad de responder con calidad y compromiso.
“En unos años, la sostenibilidad se convertirá en el acceso principal a los mercados globales. Panamá tiene que estar lista ahora para encabezar ese cambio”, comunica Juan José Zonta.
La función de Panamá en el área
La ubicación estratégica de Panamá, junto con su potencial logístico y de exportación, le otorga una ventaja para transformarse en un centro regional de productos agrícolas y pecuarios sostenibles. Para lograrlo, se necesitan políticas públicas alineadas, inversión en investigación y la colaboración activa de empresas responsables.
“Veo a Panamá como un laboratorio regional de innovación agrícola y ganadera, un punto de referencia para toda Centroamérica”, apunta Juan José Zonta.
Chispita Agrícola como modelo real
En este vistazo al porvenir, Chispita Agrícola se perfila como una granja ejemplar que prueba que se puede innovar de manera responsable. Con su orientación hacia la agricultura orgánica, la ganadería sustentable y el cuidado animal, Chispita se destaca como un espacio de experimentación para lo que significará la producción agropecuaria del futuro.
“En Chispita deseamos participar en esta transformación, motivando a otros productores y demostrando que el futuro sostenible no es un sueño lejano, sino una realidad que estamos creando actualmente”, finaliza Juan José Zonta.